Cinco años ayudando a aprender: una mirada desde recepción
- aroanteacher
- 12 nov
- 2 Min. de lectura
¡Hola!
Soy Guillermina, y desde hace cinco años soy la persona que suele recibirte cuando entras por la puerta, quien responde a tus correos, te explica horarios y niveles, te acompaña cuando necesitas hacer un cambio.
En definitiva, soy quien está al otro lado, cada día, ayudando a que todo funcione y a que cada alumno se sienta bienvenido… y si todavía no me has puesto cara, puedes encontrarme en la página principal mirando con una sonrisa hacia mi jefa (porque risas aquí nunca faltan).

Aunque no estoy en el aula (y eso que durante más de diez año lo estuve y amenazo con volver a entrar en clase en cualquier momento), llevo años aprendiendo junto a nuestros estudiantes y compañeros al otro lado de la puerta.
Trabajar en un centro de enseñanza es algo muy especial. Aquí no solo se enseña gramática o vocabulario: se construyen hábitos, se gana seguridad, se vencen miedos. He visto cómo niños que apenas se atrevían a saludar en inglés acaban presentando exposiciones con soltura. He visto a adultos que vuelven a estudiar con ilusión y esfuerzo, compaginando trabajo y clases. Y eso emociona pero mucho.
Durante este tiempo, también he aprendido muchísimo en lo profesional. Me he convertido en una pequeña experta en hacer Tetris con vuestras extraescolares, coordinar grupos con colegios, planificar redes sociales y resolver dudas de última hora. Gestionar matrículas, asesorar a familias, acompañar en todo el proceso... no siempre es fácil, pero la mayoría de vosotros (algún pejiguero también me he encontrado) me lo habéis puesto muy fácil y eso resulta gratificante.
Ser la cara visible de la academia supone mucha responsabilidad. La primera impresión cuenta, y mi objetivo siempre ha sido que quien entre por primera vez se sienta cómodo, bien atendido y comprendido. Escuchar con atención, explicar con claridad y tratar con empatía es, para mí, la base de una buena atención al público.
Ahora, con esta nueva etapa para la academia siendo Arrebol, me ilusiona seguir creciendo con el equipo, adaptándome a los cambios y manteniendo lo más importante: el compromiso con nuestros alumnos y familias. Gracias por estos cinco años de confianza, de preguntas, de historias compartidas en los pasillos y en el mostrador.
Estoy deseando seguir ayudando a aprender, desde donde me toca, cada día.
Guillermina.-


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